Desde que el lugar de Tacoronte comenzó su andadura después de la derrota de los guanches (1496), en las noticias que se conservan no aparecen datos concretos sobre el estado de la salud en el pueblo.
Al finalizar el siglo XVI habría un millar de habitantes. Luego, desde el XVII al XIX, la población se movió siempre en torno a los 2.800 y 3.500 moradores, los cuales, concentrados en principio en el centro del término (Santa Catalina, Plaza del Cristo, camino del Calvario, fuente del Alcalde, el Cantillo), muy pronto se produjo una creciente dispersión vecinal hacia las tierras cercanas a la costa (San Juan, San Jerónimo, Los Perales), sin tocar el litoral ni la zona montuosa.
Según datos registrados, los inviernos eran lluviosos y los veranos bastante secos, de modo que las cosechas, sobre todo el cereal, eran regularmente buenas. Prácticamente, el pueblo era un inmenso trigal y prueba de ello fue el Pósito o Arca de Misericordia creado en 1618, institución de carácter comunal y básica para la alimentación a través del trigo.