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Historia y origen de
la salud pública en Tacoronte

Conferencia de Nicolás Pérez García
Nicolás Pérez García – Tacoronte 21 de enero 2015

Nicolás Pérez García
Tacoronte 21 de enero 2015

Desde que el lugar de Tacoronte comenzó su andadura después de la derrota de los guanches (1496), en las noticias que se conservan no aparecen datos concretos sobre el estado de la salud en el pueblo.

Al finalizar el siglo XVI habría un millar de habitantes. Luego, desde el XVII al XIX, la población se movió siempre en torno a los 2.800 y 3.500 moradores, los cuales, concentrados en principio en el centro del término (Santa Catalina, Plaza del Cristo, camino del Calvario, fuente del Alcalde, el Cantillo), muy pronto se produjo una creciente dispersión vecinal hacia las tierras cercanas a la costa (San Juan, San Jerónimo, Los Perales), sin tocar el litoral ni la zona montuosa.

Según datos registrados, los inviernos eran lluviosos y los veranos bastante secos, de modo que las cosechas, sobre todo el cereal, eran regularmente buenas. Prácticamente, el pueblo era un inmenso trigal y prueba de ello fue el Pósito o Arca de Misericordia creado en 1618, institución de carácter comunal y básica para la alimentación a través del trigo.

Nicolás Pérez García – Tacoronte 21 de enero 2015

Nicolás Pérez García
Tacoronte 21 de enero 2015

Desde que el lugar de Tacoronte comenzó su andadura después de la derrota de los guanches (1496), en las noticias que se conservan no aparecen datos concretos sobre el estado de la salud en el pueblo.

Al finalizar el siglo XVI habría un millar de habitantes. Luego, desde el XVII al XIX, la población se movió siempre en torno a los 2.800 y 3.500 moradores, los cuales, concentrados en principio en el centro del término (Santa Catalina, Plaza del Cristo, camino del Calvario, fuente del Alcalde, el Cantillo), muy pronto se produjo una creciente dispersión vecinal hacia las tierras cercanas a la costa (San Juan, San Jerónimo, Los Perales), sin tocar el litoral ni la zona montuosa.

Según datos registrados, los inviernos eran lluviosos y los veranos bastante secos, de modo que las cosechas, sobre todo el cereal, eran regularmente buenas. Prácticamente, el pueblo era un inmenso trigal y prueba de ello fue el Pósito o Arca de Misericordia creado en 1618, institución de carácter comunal y básica para la alimentación a través del trigo.

Nicolás Pérez García – Tacoronte 21 de enero 2015

Nicolás Pérez García
Tacoronte 21 de enero 2015

Desde que el lugar de Tacoronte comenzó su andadura después de la derrota de los guanches (1496), en las noticias que se conservan no aparecen datos concretos sobre el estado de la salud en el pueblo.

Al finalizar el siglo XVI habría un millar de habitantes. Luego, desde el XVII al XIX, la población se movió siempre en torno a los 2.800 y 3.500 moradores, los cuales, concentrados en principio en el centro del término (Santa Catalina, Plaza del Cristo, camino del Calvario, fuente del Alcalde, el Cantillo), muy pronto se produjo una creciente dispersión vecinal hacia las tierras cercanas a la costa (San Juan, San Jerónimo, Los Perales), sin tocar el litoral ni la zona montuosa.

Según datos registrados, los inviernos eran lluviosos y los veranos bastante secos, de modo que las cosechas, sobre todo el cereal, eran regularmente buenas. Prácticamente, el pueblo era un inmenso trigal y prueba de ello fue el Pósito o Arca de Misericordia creado en 1618, institución de carácter comunal y básica para la alimentación a través del trigo.

El hecho de que Tacoronte tuviera dos alhóndigas o graneros o casas paneras, como decían, habla de la importancia de las mieses en el lugar, convirtiéndose el Pósito en una entidad fundamental que podríamos definir como un ayuntamiento de nuestros días por su organización y finalidad, ya que sus estatutos contemplaban el concepto de beneficencia, o sea, el auxilio de los pobres y más necesitados.

Ciertamente se producían calamidades por sequías, plagas de langosta, temporales y otras condiciones adversas de la naturaleza, pero se puede aludir a una población sana y de mutuo auxilio que mejoró sustancialmente con la incorporación de productos como la papa y el maíz a comienzos del siglo XVIII, si bien el trigo siguió liderando la manutención hasta que en el siglo XIX empezó a decaer por la aparición de la nueva forma de vivir que se imponía.

En todo este tiempo antiguo se sabe de unos años de grave penuria que asoló a la población, en los años de 1720-1722, época aciaga que sería recordada en todo el siglo XVIII, aunque no se menciona que alguien muriera de hambre, como así sucedió en algunas islas orientales.

Nicolás Pérez García – Tacoronte 21 de enero 2015

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